Para ubicar a los estudiantes dentro del colegio, el sistema utilizaría tecnología de proximidad/geolocalización. Algunas opciones son:

1. Pulseras/tags con RFID o NFC que se les da a los estudiantes. Sensores RFID ubicados en las aulas y áreas comunes detectan la señal de estas pulseras cuando los estudiantes están cerca y saben determinar en qué zona está cada uno.

2. Aplicación móvil que tienen que tener instalada los estudiantes en sus celulares. Mediante Bluetooth Low Energy (BLE) y beacons colocados alrededor del colegio, la aplicación puede triangular su posición dentro del campus.

3. El colegio tiene una red WiFi y los estudiantes se conectan a ella a través de sus dispositivos. Basado en la potencia de la señal WiFi que detecta el servidor de la red de cada estudiante, se puede estimar en qué zona del colegio se encuentran.

4. Combinación de varias de estas tecnologías para tener redundancia y mayor precisión.

Con cualquiera de estas opciones, la ubicación en tiempo real de cada estudiante se envía a la plataforma central del sistema. Luego los padres pueden ver en el app móvil dónde está su hijo en el mapa del colegio.

La tecnología utilizada dependerá del presupuesto disponible y las condiciones de cada colegio. Pero todas son opciones viables para este propósito.